Resumen de la entrada del Gato del 30-3-2012, desde un blog de ganchillo:
- “...más
me vale optar por un razonamiento de
esos incontestables, por los que tengo gran debilidad.” [Cuarto día consecutivo que el Gato escribe lo
mismo. Quinto día consecutivo que yo, incansable, hago notar esa debilidad que
tiene el Gato: aquí
el lunes, el martes y el miércoles, y aquí
ayer jueves.]
Ya conté
en otros blogs algunas de las 101 maneras del Manual rápido para detectar a un
mentiroso a partir de sus textos, aplicando el manual a textos del Gato. Y cuando
estamos ante un mentiroso dañino, como el Gato, es importante identificarlo. Se
detecta a un farsante, por ejemplo, cuando usa razonamientos incorrectos para
llegar a una conclusión correcta. Es decir, que el Gato sabe a priori cuál es la conclusión correcta
y entonces pretende explicarnos el razonamiento que le ha llevado a esa
conclusión correcta.
Pero el
razonamiento que nos da el Gato es incorrecto y por tanto el Gato miente, pues es
imposible que ese razonamiento incorrecto le lleve a la conclusión correcta. Es
decir, el Gato sabe cuál es la conclusión correcta porque se lo han enseñado y pretende explicarnos el razonamiento que le ha llevado a esa
conclusión correcta. Algo imposible, porque ese razonamiento incorrecto no permite llegar a la conclusión correcta, que el Gato conoce de antemano. Y
esta es una de las maneras recogidas en el Manual rápido para detectar a un
mentiroso (este manual no existe, me lo he inventado).
Y el Gato
lleva cuatro días presumiendo de sus “argumentos
definitivos” y sus “razonamientos
incontestables”.
A ver si
escribo un par de entradas este fin de semana poniendo ejemplos en los que el
Gato se reveló como un mentiroso de la manera que acabo de contar aquí arriba. Porque creo que no se ha debido entender nada de lo que he dicho.
Sigo con la entrada de hoy del Gato:
Sigo con la entrada de hoy del Gato:
- “Jon
Stewart, el tipo más mordaz de la televisión americana...” [Señor Gato, le
reformulo la frase con la intención de intentar enseñarle a usted a escribir de
forma más fiel a sus verdaderos conocimientos, sin ese superlativo que no está
usted en situación de emplear. Por ejemplo, así: “Jon Stewart, un tipo mordaz de la televisión americana...” Porque... señor Gato, sí, Jon Stewart es
mordaz, ¿pero cuánta televisión americana ha visto usted para poder afirmar que
es el “más mordaz”? ¿La ve varias
veces por semana esa televisión americana? ¿Cuántos años lleva viéndola? Palabras
clave: lenguaje inflado, sintaxis fulera].
- “...tal vez...” [¡Bravo señor Gato! ¿Está
usted aprendiendo a usar locuciones adverbiales que expresan duda? Anímese, tímidamente
y poco a poco quizá lo consiga].